Actualidad: “Separar a un bebé de su madre las primeras horas es muy perjudicial”

Ibone Olza, psiquiatra infantil y perinatal, contesta en esta entrevista sobre los procesos que se producen en los cerebros de las puérperas en el parto

De los grandes enigmas que tiene la ciencia, uno de ellos siempre ha sido el parto y los procesos que se desencadenan con él en los cerebros de los dos protagonistas: la madre y el bebé.

Cada día sabemos más y cuánto más se sabe, más se pone de manifiesto que es un hecho casi milagroso donde todo se pone al servicio de que esos dos seres humanos se complementen de la mejor manera posible. De esta manera, se produce un enamoramiento que facilita la supervivencia, esto es, que la madre quiera estar pegado a la cría haciendo posible que ésta sobreviva sin problemas.

Ibone Olza, psiquiatra infantil y perinatal, profesora asociada de la Universidad de Alcalá y una de las fundadoras de El parto es nuestro, lleva muchos años impartiendo conferencias donde explica de manera detallada todos los procesos biológicos, químicos y llenos de amor que se producen en el acto de parir. Es todo ciencia pero muchas veces parece algo casi milagroso.

Pregunta. ¿Qué sabemos, qué sabe la ciencia de lo que pasa con los cerebros del bebé y la madre justo cuando se acaba de producir el parto?

Respuesta. El parto es un momento irrepetible e irreproducible desde el punto de vista neuroquímico. Nada más parir, el cerebro de la madre y el de su bebé se encuentran bañados en hormonas como la oxitocina, las endorfinas y la adrenalina. Esto facilita que el primer encuentro en condiciones fisiológicas pueda tener una intensidad indescriptible, y que además, quede profundamente grabado tanto en la memoria de la madre como en la del bebé. Lo que ha previsto la naturaleza es que ese primer encuentro sea amoroso, placentero y adictivo, para que las madres quieran permanecer muy cerca de sus bebés durante los primeros meses de su vida como mínimo. Todo esto en condiciones fisiológicas, es decir, si no alteramos esa química cerebral propia del parto con fármacos o con intervenciones…

P. ¿Los protocolos se establecen en función a qué? Porque si el bebé y la madre necesitan estar pegados durante los primeros momentos, ¿por qué separarlos para lavar al bebé, hacerle pruebas y demás? ¿Esto puede esperar o no?

R. Los protocolos basados en la evidencia científica recomiendan no separar al recién nacido de su madre como mínimo en las dos primeras horas que siguen al nacimiento. Hacerlo es altamente perjudicial especialmente para la salud del bebé. Si no separamos al recién nacido de su madre se lo vamos a poner todo mucho más fácil, el estrés del parto se resuelve rápidamente, la lactancia se va a iniciar espontáneamente, la interacción madre bebé va a ser mejor incluso un año después del parto… Separar a un recién nacido de su madre conlleva un estrés inmenso para el bebé junto con una vivencia que puede ser de abandono. Y para la madre…Se sabe que cuando más agresivas son todas las mamíferas es en la hora tras el parto si alguien les quita a sus crías: esto sucede en las leonas, en las ratas, etc… Sin embargo, nadie ha estudiado esta reacción agresiva en las mujeres cuando se las separa del bebé recién nacido. Tal vez por razones culturales volquemos esa reacción contra nosotras mismas, obviamente no vamos a agredir al pediatra que se lleva a nuestro bebé, pero probablemente a nivel de química cerebral pasen las mismas cosas que cuando a la leona le quitan al cachorro. ¿Será un factor para la depresión posparto? No lo sabemos aún. Sólo una grave urgencia médica justifica separar a un recién nacido de su madre, y en ese caso de todas formas el bebé debería estar siempre acompañado de su padre u otro familiar.

P. ¿Qué es para ti un nido del hospital?

R. Una entelequia, un triste vestigio del pasado, de cuando no sabíamos lo traumáticas que eran esas separaciones, de cuando se pensaba que los bebés no se enteraban de nada ni padecían ni sentían… Los bebés tienen derecho a estar siempre acompañados por un familiar durante la hospitalización, pero es que además es algo muy necesario para la salud. Pasar la noche sin tu madre es un estrés monumental cuando tienes pocas horas o días de vida.

P. ¿Qué ha pasado con las mujeres que ahora no “sabemos” parir y tenemos tantas cesáreas y tantos partos intervenidos? ¿Por qué los políticos no les hacen caso, por qué no les escuchan?

R. La atención al parto en la mayoría de los casos se basa en el miedo a las posibles complicaciones. Ese miedo hace que en muchísimos casos se intervenga demasiado pronto y que, además, muchas de esas intervenciones supuestamente destinadas a “acelerar” o “facilitar” el parto produzcan el efecto contrario: complican el parto, ponen en peligro la llegada de oxigeno al bebé, y hacen que en muchos casos al final sean necesarias cesáreas u otras intervenciones para arreglar el desaguisado previo. Es lo que se conoce como cascada de intervenciones, que es fácil que suceda en un contexto de medicina defensiva, obviamente. Y por otro lado en el parto hay una lucha de poder enorme, no solo entre profesionales (médicos y matronas, por ejemplo), también entre los profesionales y las mujeres que cada vez reclaman más ser tratadas con respeto. La violencia obstétrica existe, es grave, y viene siendo denunciada por la OMS. El parto es un momento de sensibilidad y vulnerabilidad extremas para la parturienta. Atender partos requiere paciencia, cuidado exquisito, respeto por la fisiología, tiempo… Lo mismo que se necesita para hacer bien el amor dado que las hormonas que participan son las mismas… Sin embargo esta dimensión sexual del parto se niega o se ignora sistemáticamente. En fin, que es un problema tremendamente complejo.

P. Dice el obstetra francés Michel Odent, uno de los defensores más conocidos del parto natural, que para cambiar el mundo hay que cambiar la forma en la que nacemos.

R. Si el parto y el nacimiento son respetados (y esto no excluye que en ocasiones haya que hacer cesáreas u otras intervenciones), las madres salen más fuertes emocionalmente del mismo. Les va a ser más fácil criar a sus bebés, lo van a disfrutar y además les van a cuidar y proteger mucho mejor. Si los bebés encuentran una madre y una familia amorosa cuando llegan al mundo es altamente probable que crezcan sintiéndose queridos, lo que les hará adultos empáticos y sensibles. Cuando hablamos de cambiar el mundo nos referimos a que la violencia hay que erradicarla desde el nacimiento, algo que todavía no se reconoce en muchísimos lugares.

P. Los cuidados a la salud mental perinatal en España están bajo mínimos. ¿Por qué? ¿Por qué no se entiende que la salud mental de la mujer tras el parto es tan importante? Y, ¿sobre todo, por qué lo es?

R. Me parece muy difícil ser madre hoy en día en este país. Todo lo que tiene ver con los cuidados está infravalorado e invisibilizado. Las mujeres que desean ser madres se enfrentan a una verdadera carrera de obstáculos, comenzando por esa imposible conciliación laboral que creo que en buena medida es reflejo de la sociedad capitalista en la que vivimos. Se prioriza el consumo por encima de los cuidados, y no se reconoce el valor social que tiene gestar, parir, amamantar o criar a los futuros ciudadanos. En ese contexto, muchísimas madres sufren de ansiedad y depresión incluso desde el embarazo. Pero no se quiere reconocer ese malestar. Por otra parte, la psiquiatría tradicionalmente ha culpado a las madres de muchos trastornos. Solo ahora se empieza a reconocer la importancia de prevenir, detectar, diagnosticar y tratar los trastornos mentales perinatales. Es importante hacerlo porque con ello se alivia sufrimiento, se previenen rupturas de pareja, trastornos psiquiátricos infantiles e incluso infanticidios…

P. Custodia compartida desde el nacimiento. ¿Qué opinión te merece separar a la madre del recién nacido? Damos por hecho que no hablamos de una madre que puede poner en riesgo a su hijo, claro.

R. No tiene ningún sentido. Un recién nacido o un bebé no puede ir de aquí para allá. Quien plantee eso desconoce por completo las necesidades afectivas de los recién nacidos.

Entrevista realizada por Gema Lendoiro

Actualidad: La lactancia materna protege a las madres de la esclerosis múltiple

Las mujeres que dan el pecho durante un periodo acumulado de 15 o más meses tienen un riesgo hasta un 53% menor de desarrollar esclerosis múltiple o síndrome clínico aislado.

Cada vez hay más evidencias sobre las bondades, ciertamente numerosas, de la lactancia materna. Y no solo para los bebés, para los que tomar el pecho constituye la forma idónea de lograr los nutrientes necesarios para crecer y desarrollarse de una forma saludable.

También para las madres, para las que la lactancia materna se asocia a unos menores niveles de colesterol, presión arterial y azúcar en sangre tras el embarazo, así como a un inferior riesgo vitalicio de sufrir un infarto o un ictus. Y a todo ello se suma, según muestra un nuevo estudio llevado a cabo por investigadores del Centro Kaiser Permanente de Pasadena (EE.UU.), que la lactancia materna también protege a las madres frente a la esclerosis múltiple reseñó El País.

Como explica Annette Langer-Gould, directora de esta investigación publicada en la revista «Neurology», «nuestro trabajo aporta más evidencias para apoyar que las mujeres que pueden dar el pecho a sus hijos lo sigan haciendo. Y es que además de otros beneficios tanto para la madre como para el bebé, la lactancia materna podría reducir el futuro riesgo de la madre de desarrollar esclerosis múltiple» reseñó ABC.

Suma de bebés

Entre otros muchos beneficios, la lactancia materna se asocia a un menor riesgo para las madres de cáncer de ovario, cáncer de mama o diabetes tipo 2. Y al día de hoy ya se sabe que las mujeres con esclerosis múltiple tienen menos brotes –o ‘ataques’ de la enfermedad– durante el embarazo o mientras alimentan a sus bebés de forma exclusiva con la lactancia materna.

Como indica Annette Langer-Gould, «distintos expertos han sugerido que los niveles de hormonas sexuales son responsables de estos beneficios. Sin embargo, nuestra hipótesis es que la falta de ovulación también puede jugar un papel, por lo que queríamos ver si una mayor duración de la lactancia materna o un menor número de años totales de ovulación se asocian a un menor riesgo de esclerosis múltiple».

Nuestro trabajo aporta nuevas evidencias para apoyar que las mujeres que pueden dar el pecho a sus hijos lo sigan haciendo, afirmó Annette Langer-Gould.

Para ello, los autores contaron con la participación de 397 mujeres que, con una edad promedio de 37 años, acababan de ser diagnosticadas de esclerosis múltiple o de síndrome clínico aislado –condición en la que el paciente sufre un primer episodio neurológico por la inflamación o desmielinización del tejido nervioso y que está considerada como un precursor de la esclerosis múltiple–. Y asimismo, con 433 mujeres sanas con edades similares a las de las pacientes.

Todas las mujeres respondieron a distintos cuestionarios en los que, entre otros factores, aportaron información sobre sus embarazos, uso de anticonceptivos hormonales y duración –de haberla llevado a cabo– de la lactancia materna. Los resultados mostraron que las mujeres que habían dado el pecho durante un periodo acumulado –a un único o más bebés– de 15 o más meses tenían un riesgo hasta un 53% inferior de desarrollar esclerosis múltiple o síndrome clínico aislado que aquellas que nunca habían dado el pecho o lo habían dado durante un máximo acumulado de cuatro meses.

Por su parte, las mujeres cuyo primer ciclo menstrual tuvo lugar a una edad de 15 o más años tuvieron una probabilidad un 44% menor de acabar padeciendo esclerosis múltiple que aquellas cuya primera menstruación se presentó cuando aún no habían cumplido los 12 años.

Más y más beneficios

En definitiva, y tal y como ocurre con la lactancia materna, parece que la edad de inicio de la menarquia –o primer sangrado menstrual– también influye en el riesgo de esclerosis múltiple. Una influencia, sin embargo, que no se observó con el número total de años de ovulación, la cifra de embarazos, el uso de anticonceptivos hormonales y la edad del primer alumbramiento.

Como concluye Annette Langer-Gould, «nuestro trabajo ofrece un nuevo ejemplo del beneficio para la madre de la lactancia materna. Sin embargo, no prueba que esta lactancia materna sea la responsable directa de una reducción del riesgo de esclerosis múltiple. Tan solo demuestra la existencia de una asociación».

Fuente: www.eluniversal.com

 

Actualidad: La alteración de la flora intestinal, clave en las patologías infantiles

El aumento de patologías como alergias, dermatitis atópica o asma en niños parece estar íntimamente relacionado con la alteración de la flora intestinal debido, entre otros factores, a una mala alimentación durante la infancia e, incluso, de la madre durante el embarazo.

Así lo ha advertido el dietista, nutricionista, investigador y docente del departamento de Pediatría, Obstetricia y Ginecología de la Universidad de Valencia, Jesús Sanchís, quien durante el mes de julio ha participado en un curso de verano de la Universidad de Alicante «Rafael Altamira» sobre nutrición infantil avanzada, concretamente sobre la microbiota intestinal (microorganismos de los intestinos).

En una entrevista concedida a Efe, este experto ha explicado que la microbiota intestinal empieza a programarse desde la gestación, por lo que resulta trascendental que los progenitores cuiden su alimentación incluso antes del nacimiento.

La «disbiosis» de la microbiota (así se denomina a la alteración) también puede estar relacionada con futuras enfermedades autoinmunes o metabólicas, como por ejemplo la obesidad o la resistencia a la insulina, cada vez más presentes entre la población infantil.

Entre los factores que pueden contribuir a dicha variación negativa se encuentra la toma de antibióticos o fármacos en general, como el extendido omeprazol; también el parto por cesárea o la lactancia artificial, que contribuyen a una microbiota «diferente y peor», tal y como ha indicado Sanchís.

La falta de ejercicio físico y el desarrollo de los pequeños en ciudades alejadas de la naturaleza son otros componentes que debilitan su sistema inmunológico.

«Es muy importante que los niños estén en contacto con la naturaleza, pues son numerosos los estudios que revelan que los pequeños que crecen en entornos rurales tienen índices de alergia y asma significativamente menores que aquellos que lo hacen en entornos urbanos», ha incidido.

Sin embargo, a pesar de todos estos factores, quizá el más importante termina siendo, por evidente, la alimentación.

A una edad temprana, Sanchís ha recomendado una dieta basada, principalmente, en frutas, hortalizas y tubérculos, evitando productos «altamente procesados» como los alimentos envasados para bebés o los panificados industriales.

El motivo es que suelen contener cantidades importantes de azúcares, edulcorantes artificiales, grasas perjudiciales, emulsionantes y otros aditivos que perjudican a la microbiota y, por tanto, a la salud.

Esta recomendación se extiende más allá de la infancia, puesto que es imprescindible para que los adultos también dispongan de una microbiota intestinal sana y se muestren coherentes con el mensaje que trasladan a los niños.

En cuanto a los bebés, «no hay nada mejor que la leche materna» ya que contiene probióticos (microorganismos vivos procedentes del intestino de la madre) y prebióticos (el alimento de los probióticos) que son claves para una salud intestinal idónea.

Sanchís ha explicado lo que se denomina «eje microbiota-intestino-cerebro», el cual certifica que cualquier alteración de una de estas partes afecta, invariablemente, a las otras dos.

«Uno de los grandes problemas actuales es la mala gestión del estrés y las emociones, porque terminan por alterar la microbiota de la madre y, por ende, la de los bebés», ha especificado.

¿Hasta cuándo es recomendable la lactancia materna? Para Sanchís es una decisión de dos partes: la madre y su hijo: «Siempre que se pueda, debe ser exclusiva hasta aproximadamente los seis meses y extenderla hasta que la madre y el niño quieran», ha opinado.

Fuente: www.eldiario.es

Actualidad: La importancia de los relatos de parto

Por Dra. Ibone Olza

Cuando una mujer se queda embarazada, una de las primeras cosas que hace es acudir a la sección de maternidad de una librería en busca de libros sobre el embarazo y el parto. Algunos de ellos transmiten una visión normal y fisiológica del mismo, mientras que otros transmiten una visión medicalizada. Pero en general no suelen recoger algo muy importante: la experiencia de las madres.

Contar el propio parto una y otra vez es una necesidad de las madres recientes (¡y muchos padres!), como lo es escuchar o leer los relatos de otras madres. Es una necesidad universal, de todas las mujeres que han dado a luz recientemente, que se da siempre y en todos los lugares del planeta. La enfermera estadounidense Lynn Callister ha viajado por todos los continentes para investigar por que las mujeres tienen la necesidad de contar sus partos, y ha escuchado y recogido con detalle los relatos de mujeres de distintas culturas y etnias, desde las indígenas guatemaltecas hasta las mujeres jordanas o las campesinas chinas. Su investigación ha demostrado que la necesidad de contar el parto repetidamente en las semanas que siguen al nacimiento es universal: es decir, se da en todas las mujeres independientemente de su cultura, país de origen o religión. 

En la actualidad en la sociedad industrializada, con familias pequeñas, geográficamente dispersas y pocos hijos, a veces hay poco espacio para dar rienda suelta a esa necesidad.  También para escuchar o leer los relatos de otras madres, que a menudo es la única forma de conocer lo que es un parto desde el punto de la experiencia de la mujer y de la psicología del parto  (no solo desde un punto de vista médico o de la fisiología).


Por qué es importante

Las madres recientes tienen la necesidad de contar su parto a otras mujeres, no una sino muchas veces. Esto es así por varios motivos.

madresEl más importante es que contar el propio parto una y otra vez permite ir integrando la experiencia, completar las piezas del puzzle. El parto conlleva un característico estado alterado de consciencia, en el que los sentidos están a flor de piel, se altera la percepción del tiempo, se agudiza la percepción de ciertos estímulos y disminuye la sensibilidad hacia otros. El hecho es que es bastante habitual que no se recuerden claramente algunas partes, y al revivir la historia y contarla, los recuerdos se van ordenando, y cuando es posible contrastando, por ejemplo con la pareja, si él también estuvo presente en el parto, o con los profesionales, si hay la oportunidad de continuar la relación con ellos. Al contar a diferentes personas y en distintos momentos la historia del parto, la secuencia temporal se ordena, se completan detalles olvidados y la historia se va completando.

El estado ampliado de consciencia propio del parto es un efecto de las hormonas del parto: la oxitocina, también llamada la hormona del amor y la confianza, por sus efectos sobre el comportamiento; y las endorfinas, que tienen el efecto de aliviar el dolor y generar bienestar y placer. Son las responsables de que algunas mujeres puedan incluso dormitar entre contracciones. Pero estas hormonas pueden alterar la percepción del tiempo, la memoria y los recuerdos, haciendo que el parto se recuerden como más corto y menos doloroso de lo que fué, y que el dolor se olvide en cuanto termina el parto. En el bebé, las hormonas que se producen de forma intensa al atravesar el canal del parto dan lugar a un estado de alerta especial único en la vida: si los recién nacidos están con su mamá y se sienten seguros, pasan las dos primeras horas de vida en estado de alerta tranquila, muy atentos a su madre, transitando de forma suave a la nueva situación. Este estado se llamada periodo sensitivo, y es esencial para el establecimiento del vínculo. Para las madres, las memorias de esos primeros momentos quedan firmemente grabadas y con todo detalle (aunque los fármacos anestésicos o analgésicos pueden interferir bastante en todo ese proceso).

Según revelan los trabajos de Lynn Callister, en el parto son bastante frecuentes las vivencias espirituales o místicas; las madres afirman sentirse conectadas con la Madre Tierra, con sus antepasadas, con un ser superior, o con todas las mujeres que estaban dando a luz en ese momento … El primer cruce de miradas con el bebé es igualmente vivido como un momento trascendental para muchas madres, de conexión con algo superior difícil de explicar racionalmente. Las mujeres que han vivido un buen parto casi siempre se sienten más poderosas y con mayor autoestima.

Otro efecto de contar el parto a otras mujeres de la familia (madre, tías, hermanas, abuelas) es que se incrementa el sentimiento de pertenencia a la comunidad familiar, de ser el último eslabón de un linaje familiar femenino, de formar parte del colectivo universal de madres. Es normal que cuando una madre reciente cuanta su parto con todo lujo de detalles, las que están escuchando también tengan historias que compartir de sus partos o los de otras mujeres de la familia. El resultado de este compartir relatos es que se teje un saber colectivo que beneficia a todas, especialmente a las más jóvenes, las niñas y las que no han sido madres todavía.

Ibone Olza
Psiquiatra perinatal

Actualidad: Carlos González: ‘Que los niños vayan a la guardería es antinatural’

Muchos brazos, mucha teta y muchos mimos. Para el famoso pediatra Carlos González, la crianza de lo niños se basa en cubrir sus necesidades afectivas y para eso, según dice, los padres no deben seguir ningún método, sino que deben dejarse guiar por su instinto sin miedo: «Un niño que quiere ir todo el rato en brazos ni es un malcriado ni se convertirá en un delincuente juvenil». Este médico es el autor de libros best seller como ‘Bésame mucho’ o ‘Un regalo para toda la vida’.

«Es absurdo eso de que a los niños les viene bien llorar porque el llanto les abre los pulmones. A los adultos con insuficiencia respiratoria el médico no les recomienda jamás que lloren», ha explicado en rueda de prensa ante los medios el pediatra catalán, que tampoco entiende el afán por hacer que los críos se alimenten de una «forma tan rara»: «El problema es que intentamos que nuestros hijos coman distinto a lo que comemos los adultos. Los mayores no hacemos comidas monográficas ni comemos un montón de cereales juntos, que son una bomba con muchísima azúcar y que sin embargo nos emperramos en dar a los bebés».

González ha hecho hincapié en la gravedad de la obesidad infantil en España, que ya «es una epidemia y se ha convertido en el problema más grave de los niños españoles». Para atajarlo, González defiende ante todo la lactancia materna: «El objetivo de la alimentación complementaria (papillas) no es que el niño esté mejor nutrido, lo que más les nutre es la leche de sus madres. El objetivo es que aprendan a comer normal, lo mismo que comen sus padres en casa». A este respecto, el famoso pediatra ha indicado el problema de que «que cada vez hay más niños de dos o tres años que no saben masticar ni tragar alimentos sólidos por culpa de estar acostumbrados a los triturados».

«Tendríamos que fijarnos más en lo que hacían nuestras madres y abuelas, al preguntar estas cuestiones a ellas y no a los médicos. En la facultad de Medicina no nos enseñan si es bueno echar un puerro al caldo de la papilla ni si la ropa de los bebés es mejor que sea de algodón», ha explicado el famoso pediatra mientras ha asegurado que «para ser padres son necesarias muchas horas de entrenamiento, como a los futbolistas. Es antinatural que los niños vayan a la guardería y sus padres les vean solo dos o tres horas al día«. «Las madres se separan de sus hijos demasiado pronto, cuando aún no están preparados, y luego esos niños que no han visto atendidas sus necesidades afectivas no se van de casa hasta los 35 años», ha explicado.

A modo de comparación, González ha hablado de países como Alemania, donde solo el 6% de los niños menores de 3 años acude a guarderías infantiles y también ha señalado el poco tiempo que dura el permiso por maternidad en España comparado con otros lugares de la Unión Europea como Suecia. Mientras las madres españoles disfrutan de apenas 4 meses para atender a sus hijos, las suecas pueden hacerlo durante un año y medio: «Lo curioso es que tanto aquí como allí tenemos el mismo tiempo de vacaciones, un mes al año, y nos jubilamos a la misma edad, a los 65. Pero hay cuestiones tan importantes como las de tener un hijo en la que sí nos diferenciamos y salimos perdiendo».

Carlos González, además de ser pediatra y autor de libros de éxito sobre la crianza y la alimentación infantil, también es fundador y presidente de la Asociación Catalana Pro Lactancia Materna.

Autora: Lola Sampedro

Nota extraída de: www.elmundo.es

 

Actualidad: La web que ayuda a miles de madres de todo el mundo a seguir dando el pecho

La página e-lactancia.org lleva desde 2002 salvando lactancias con su buscador gratuito de compatibilidad de medicamentos con la leche materna

Ya hace dos años que dejé atrás del todo la lactancia materna, aunque los últimos meses ya era simplemente una cuestión de mimo y de compartir un tiempo especial con mi hija pequeña, que tenía ya cuatro años, más que algo nutricional. Y por suerte, salvando las dificultades de enganche del principio con los dos mayores y los típicos agobios de las crisis de crecimiento, he tenido lactancias tranquilas. Sin embargo, para muchas mujeres, no es así.

Paradójicamente, en no pocas ocasiones son los médicos los que, por una combinación de factores, contribuyen a que no funcione, pese a que los principales organismos sanitarios insistan en la importancia y conveniencia de amamantar en exclusiva hasta los seis meses del bebé, y complementar con otros alimentos hasta los dos años. Una de las razones es el miedo a que los medicamentos que se recetan a la madre pasen al niño a través de la leche, razón por la que muchos médicos aconsejan interrumpir o dejar la lactancia cuando en realidad es innecesario. Por eso, quiero destacar el papel de una web imprescindible para madres lactantes y profesionales de la salud, y que ha iniciado recientemente una campaña en busca de financiación para poder mantenerse: www.e-lactancia.org. Una página de acceso libre y gratuito en la que, introduciendo el nombre de un medicamento o producto, te indica de forma clara si supone algún riesgo para el bebé.

La web, recomendada por organismos y asociaciones importantes en el mundo sanitario y científico como la IHAN-OMS/UNICEF España, se ha mantenido desde su creación, en 2002, gracias a una subvención oficial ya terminada, a donaciones, patrocinios y, sobre todo, al trabajo voluntario de varios profesionales. Su creador es José María Paricio, uno de los mayores expertos en España sobre lactancia materna, que la puso en marcha junto a su equipo cuando era jefe del servicio de Pediatría del Hospital de Denia (Alicante).

En la actualidad, cuatro pediatras, dos farmacéuticas de reciente incorporación y una periodista forman parte del equipo de e-lactancia, que se encarga de «mantener los 1.788 productos (medicamentos, plantas, enfermedades, contaminantes, etc.) de la página actualizados prácticamente a diario, contestar el correo electrónico de la página, redactar artículos sobre lactancia y trabajar en labores de comunicación y patrocinio», explica Paricio. Aparte, hay un informático, un diseñador y un traductor para la versión en inglés a los que se les paga por su trabajo.

«El valor real de realizar y mantener al día una página como e-lactancia rondaría los 200.000 euros anuales», calcula Paricio. «Llevamos años manteniéndola por unos 15.000 euros, a base de muchas horas de voluntariado. Somos conscientes de que puede no ser sostenible a largo plazo por lo que debemos buscar fondos que garanticen la continuidad del proyecto». Para ello, Paricio puso en marcha este año un grupo de micromecenazgo en Teaming, en el cual, por un euro al mes, se puede contribuir económicamente al proyecto.

«En un mundo ideal de voluntariado perpetuo, con 15.000 euros anuales podemos afrontar a corto plazo el proyecto de e-lactancia. Pero por las características de la labor que desarrollamos, será preciso a medio plazo una cierta profesionalización de algún miembro del equipo para que pueda dedicar más horas al proyecto, así como poder contratar horas de profesionales especializados que compensen épocas posibles en las que haya un déficit puntual de voluntariado. Hay que tener en cuenta que la página nunca descansa, no conoce lo que es domingo o vacaciones», afirma el pediatra.

Entre visitas en español y en inglés, e-lactancia.org recibe una media de 17.144 visitas diarias de todo el mundo, tanto de madres como de profesionales, con una media de 2,2 consultas por visita, lo que supone más de 12 millones de consultas anuales. Los 10 países de donde provienen más visitas son España (5.042 sesiones diarias), México (2.875), Chile (1.283), Argentina (1.211), Colombia (752), Rusia (510), Estados Unidos (454), Grecia (397), Perú (386), Rumanía (341), Portugal (330) y Brasil (288).

«La magnitud del volumen de visitas y lo delicado de la información suministrada obliga a plantearse como objetivo el que cada producto esté actualizado con, al menos, una vigencia de cinco años. Estamos actualizando por orden de frecuencia de consulta, a petición de personas que tienen interés en algo concreto y según alertas de una nueva publicación que pueda modificar el nivel de riesgo atribuido hasta ahora», explica Paricio.

Según el pediatra, «muchas personas, sanitarios, asesoras de lactancia, madres, etcétera están muy pendientes de la página, y es muy frecuente el que nos agradezcan la información suministrada o directamente haber “salvado” una lactancia. Los hay que piensan que sería una catástrofe que no existiera esta página», asegura.

Y es que, como explicaba Paricio en su libro Tú eres la mejor madre del mundo (Ediciones B, 2013), «casi todo lo que se suele prescribir habitualmente es compatible con la lactancia». «Contrariamente a lo que se piensa, el pecho de la mujer, tu pecho, no es un concentrador de tóxicos, ni la manzana de la madrastra de Blancanieves, sino un maravilloso filtro por el que sale lo mejor de ti misma. Casi todo lo que tomas, alimentos, bebidas, medicamentos, tóxicos, etc, acaba pasando a la leche, pero adecuadamente filtrado: la mayoría de los medicamentos y otros productos pasan en cantidades tan ínfimas o nulas, que para nada dañarán a tu lactante».

Autora: Cecilia Jan

Nota extraída de: www.elpais.com

 

Actualidad: Mi hijo aumenta poco de peso

La preocupación por el peso es muy frecuente entre las madres lactantes, pero en la mayoría de los casos todo está funcionando bien y el niño está ganando adecuadamente. Tenga en cuenta que:

  • La mayoría de las gráficas de peso y longitud de que disponemos actualmente están confeccionadas con niños que en su mayoría fueron alimentados con biberón y constituyen solo una ayuda orientativa ya que los bebés alimentados con leche artificial son más gorditos que los amamantados. La OMS ha confeccionado gráficas a partir de niños alimentados óptimamente al pecho que son más adecuadas para valorar el crecimiento de los lactantes. Están disponibles desde abril de 2006 en: http://www.who.int/childgrowth/es/index.html(link is external)
  • Las gráficas se realizan a partir de datos estadísticos (son un “modelo estadístico”) por lo que la mitad de los niños normales están por debajo de la media. Es más importante la valoración clínica del niño: su aspecto, vivacidad, si moja 4-5 pañales diarios,…
  • Es más importante la velocidad de crecimiento que el peso en un momento determinado. Ganancias aproximadas:
    • 0-6 semanas: 20 g/día
    • menos de 4 meses: 100-200 g/semana
    • 4-6 meses: 80-150 g/semana
    • 6-12 meses: 40-80 g/semana
  • El crecimiento del niño debe controlarlo el pediatra en la consulta. No es una buena idea pesar al niño a menudo en la farmacia porque puede inducir a error. Pasado el primer mes no es necesario pesar al niño cada semana, salvo circunstancias especiales por indicación de su pediatra.

Actualidad: Se puede criar sin papillas. ¿Qué es el baby-led weaning?

El baby-led weaning, o alimentación complementaria a demanda, es una tendencia en la crianza con apego y la alternativa más natural a las papillas.

Estamos viviendo una pequeña revolución sobre cómo criar a los niños. Es la llamada crianza con apego, que incluye hábitos olvidados como el porteo en vez del cochecito, el colecho y la lactancia materna a demanda prolongada.

También es común en esa corriente seguir el sistema baby-led weaning (BLW) cuando el niño comienza a tomar algo más que leche. Baby-led weaning se podría traducir como alimentación complementaria a demanda.

Se caracteriza por que se le ofrecen al bebé los alimentos a trozos, de manera que sea el propio niño el que los elija, agarre, se los lleve a la boca y decida qué cantidad comer, en lugar de darle papillas o purés cucharada a cucharada.

¿Cuándo se puede iniciar el baby-led weaning?

Según recomendaciones de la OMS, la lactancia materna exclusiva se debería mantener hasta los 6 meses. En los primeros momentos, la alimentación complementaria no tiene todavía un gran peso nutricional en la dieta del bebé porque la lactancia materna sigue siendo el alimento principal.

Es fácil que al inicio solo chupe, estruje y succione, y que coma porciones muy pequeñas. Cada bebé es diferente; algunos pueden estar preparados para consumir alimentos distintos a la leche a los cinco meses y medio, otros a los ocho meses.

Las 3 claves que indican que el niño está listo para iniciar la alimentación complementaria son las siguientes:

  1. Puede mantenerse sentado, aunque se apoye, y mantiene la cabeza erguida él solo.
  2. Es capaz de coordinar sus manos para coger un alimento y llevárselo a la boca.
  3. Ha perdido el reflejo de extrusión: es capaz de tragar alimentos sólidos y no los expulsa con la lengua.

El tipo de alimentos que se pueden ofrecer en el BLW es muy amplio, pero es importante que sean productos blandos y fáciles de agarrar, así como evitar los trozos demasiado pequeños.

Por ejemplo, se le puede ofrecer papa hervida, trozos de verduras cocidas (ramitos de brócoli, zanahoria, chauchas), trozos de fruta, pan, pasta de tamaño grande, dados de tofu, albóndigas, croquetas, trozos de palta.

El BLW y la alimentación tradicional con papillas no son opciones excluyentes. Podemos darle a nuestro hijo un puré y en otro momento ofrecerle un trozo de zanahoria hervida o un pedazo de banana.

Las ventajas de la alimentación autoregulada

Permite al bebé comer desde el principio en la mesa familiar, relajando la sensación de control y creando un ambiente distendido que alentará una relación placentera con la comida.

El bebé puede explorar formas, texturas, sabores y olores de manera libre, desarrollando los sentidos. Le permite conocer cada sabor y textura por separado (cosa imposible con las papillas), lo que favorece que consuma y acepte todo tipo de alimentos con más facilidad.

Fomentamos que el niño avance a su ritmo controlando su apetito y sensación de saciedad (según algunos estudios, si tiene a su alcance alimentos saludables, escoge instintivamente los alimentos que conforman una pauta equilibrada).

También hay algunas desventajas

Requiere más tiempo, porque el bebé come a su ritmo. También se ensucia más.

Puede que exista en los padres mayor miedo al atragantamiento, aunque hay poco riesgo si el bebé está preparado (si presenta las tres claves ya comentadas) y se halla en todo momento en compañía de un adulto.

Lucía Martínez (www.cuerpomente.com)

 

Actualidad: 10 datos de la OMS sobre la lactancia materna

1. La OMS recomienda

La OMS recomienda la lactancia exclusivamente materna durante los primeros seis meses de vida. A los seis meses deben introducirse alimentos sólidos, como purés de frutas y verduras, a modo de complemento de la lactancia materna durante dos años o más. Además:

  • la lactancia debe comenzar en la primera hora de vida;
  • el amamantamiento debe hacerse «a demanda», siempre que el niño lo pida, de día y de noche;
  • deben evitarse los biberones y chupetes.

2. Beneficios para la salud del lactante

La leche materna es el alimento ideal para los recién nacidos y los lactantes, pues les aporta todos los nutrientes que necesitan para un desarrollo sano. Es inocua y contiene anticuerpos que ayudan a proteger a los lactantes de enfermedades frecuentes de la infancia como la diarrea y la neumonía, que son las dos causas principales de mortalidad en la niñez en todo el mundo. La leche materna es un producto asequible que puede conseguirse fácilmente, lo que ayuda a garantizar que el lactante tenga alimento suficiente.

3. Beneficios para la madre

La lactancia materna también es beneficiosa para las madres. La lactancia materna exclusiva funciona como un método natural (aunque no totalmente seguro) de control de la natalidad (98% de protección durante los primeros seis meses de vida). Reduce el riesgo de cáncer de mama y de ovario, diabetes de tipo 2 y depresión postparto.

4. Beneficios a largo plazo para los niños

Además de los beneficios inmediatos para los niños, la lactancia materna propicia una buena salud durante toda la vida. Los adolescentes y adultos que fueron amamantados de niños tienen menos tendencia a sufrir sobrepeso u obesidad. Son también menos propensos a sufrir diabetes de tipo 2 y obtienen mejores resultados en las pruebas de inteligencia.

5. ¿Por qué no la leche artificial?

Las preparaciones para lactantes no contienen los anticuerpos que hay en la leche materna. Los beneficios de la lactancia materna para las madres y los niños no pueden obtenerse con leches artificiales. Si no se elaboran adecuadamente, conllevan posibles riesgos asociados al uso de agua insalubre y de material no esterilizado, o a la posible presencia de bacterias en la preparación en polvo. Puede producirse un problema de malnutrición si el producto se diluye demasiado para “ahorrar”. Mientras que el amamantamiento frecuente mantiene la producción de leche materna, si se usa leche artificial pero de repente se deja de tener acceso a ella, el retorno a la lactancia natural puede ser imposible como consecuencia de la disminución de la producción materna.

6. La lactancia materna y el VIH

Una madre infectada por el VIH puede transmitir la infección a su bebé durante el embarazo, el parto o la lactancia. Sin embargo, los antirretrovíricos (ARV) administrados a la madre o al lactante expuesto al VIH reducen el riesgo de transmisión. Globalmente, la lactancia materna y los antirretrovíricos pueden mejorar considerablemente las posibilidades del niño de sobrevivir sin verse infectado por el VIH. La OMS recomienda que las madres infectadas que den el pecho reciban antirretrovíricos y sigan las orientaciones de la OMS respecto a la alimentación del lactante.

7. Reglamentación de los sucedáneos de la leche materna

En 1981 se adoptó un código internacional para regular la comercialización de sucedáneos de la leche materna. En el código se estipula que:

  • las etiquetas y demás información sobre todas las leches artificiales dejen claros los beneficios de la lactancia materna y los riesgos para la salud que conllevan los sucedáneos;
  • no haya actividades de promoción de los sucedáneos de la leche materna;
  • no se ofrezcan muestras gratuitas de los sucedáneos a las embarazadas, a las madres ni a las familias, y
  • no se distribuyan los sucedáneos de forma gratuita o subsidiada entre los trabajadores sanitarios ni en los centros sanitarios.

8. El apoyo a la madre es esencial

Amamantar es algo que se aprende, y muchas mujeres tienen problemas al principio. Muchas prácticas habituales, como la separación de la madre y el niño, las guarderías para recién nacidos o la suplementación con leches artificiales dificultan la lactancia materna. Los centros de salud que apoyan la lactancia materna -evitando estas prácticas y ofreciendo a las nuevas madres asesores formados al efecto- propician tasas más altas de esta práctica. Gracias a la iniciativa OMS-UNICEF de Hospitales amigos del niño, en unos 152 países hay servicios «amigos del niño” que prestan ese apoyo y contribuyen a mejorar la atención dispensada a las madres y los recién nacidos.

9. Lactancia materna y trabajo

Muchas madres que reanudan su actividad laboral abandonan la lactancia materna parcial o totalmente porque no tienen tiempo suficiente o no disponen de instalaciones adecuadas para dar el pecho o extraerse y recoger la leche. Las madres necesitan tener en su trabajo o cerca de él un lugar seguro, limpio y privado para poder seguir amamantando a sus hijos. Se puede facilitar la lactancia materna adaptando las condiciones de trabajo, por ejemplo mediante la baja por maternidad remunerada, el trabajo a tiempo parcial, las guarderías en el lugar de trabajo, las instalaciones donde amamantar o extraerse y recoger la leche, y las pausas para dar el pecho.

10. El paso siguiente: la introducción progresiva de nuevos alimentos

Para cubrir las necesidades crecientes de los niños a partir de los seis meses se deben introducir alimentos sólidos en forma de puré como complemento de la leche materna. Para su elaboración se puede partir de la comida que tome la familia. La OMS destaca que:

  • la lactancia materna no debe reducirse al comenzar a introducir alimentos complementarios;
  • los alimentos complementarios deben administrarse con cuchara o taza, y no con biberón;
  • los alimentos deben presentar todas las garantías de higiene y ser inocuos; y
  • es necesario bastante tiempo para que los niños pequeños aprendan a comer alimentos sólidos.

 

Actualidad: Sacar la Teta del Armario

Sin ningún pudor mi amiga se sacó la teta en medio del bar, y le dio de mamar a su niña. Un chorro de leche salió disparado hacia algún lugar. Nadie le dijo nada. Un acto tan natural como amamantar puede ser motivo de disputa. Lo es cuando a una mujer se le impide dar el pecho en público, cuando se le cuestiona si tendrá leche suficiente o si será de calidad. La lactancia materna en los últimos años ha recuperado terreno, pero aún son muchas las mamás que han de superar varias trabas para llevarla a cabo como desean.

De aquí que el lactivismo se haya convertido en una realidad. Aunque no tiene definición formal en el diccionario, se trata, según sus promotoras, de un activismo que defiende el derecho de las mujeres y los bebés a dar y recibir el pecho dónde y cuándo deseen. Amamantar, como la crianza en general, es un acto relegado a la invisibilidad del hogar, no valorado, como todo trabajo de cuidados, y menospreciado.

Las lactivistas sacan la teta a la luz pública y convierten el hecho de amamantar en un acto social y político, tanto individual como colectivo. Lo vemos en forma de grupos de apoyo a la lactancia, la crianza y el posparto. Se trata de espacios donde compartir y tejer redes de solidaridad, que resultan imprescindibles en una sociedad individualista y mercantilizada como la actual.

El lactivismo se inserta en una práctica activista que va más allá de la teta, e implica una determinada manera de entender el cuidado de las criaturas, desde lo que se ha venido en llamar «la crianza con apego». Una militancia reivindicada a menudo desde el sentir y el mirar feminista, y al margen de idealizaciones y esencialismos. Internet y las redes sociales asimismo se han convertido en un nuevo espacio de apoyo mutuo y sororidad, a través de múltiples blogs, listas de distribución y foros de debate.

Del 1 al 7 de agosto se está celebrando la Semana Mundial de la Lactancia Materna, auspiciada por la Organización Mundial de la Salud y la UNICEF, una nueva oportunidad para sacar la teta del armario.

Autora Esther Vivas

Nota extraída de: www.elperiodico.com/es