Lactancia: La bajada de la leche

¿Cuándo se produce la bajada de la leche?

La bajada de leche se produce entre las 48 y las 72 horas tras el nacimiento. Es un proceso que comienza cuando se desprende y sale la placenta. En ese momento, comienza a actuar la prolactina, que es la hormona responsable de la producción de leche. Cuando alcance los niveles adecuados, comienza la producción de la primera leche, que sustituye al calostro.

¿Cómo puedo favorecer la bajada de la leche?

El éxito y establecimiento de la lactancia materna no depende única y exclusivamente de las hormonas, también depende de la estimulación del pecho. Cuanto antes pongas  a tu bebé y cuantas más veces lo prendas, antes se producirá la primer leche. El contacto piel con piel durante las primeras horas también facilitan el inicio de una buena lactancia. En la mayoría de los hospitales, si el parto ha transcurrido con normalidad, te colocarán a tu recién nacido en contacto directo sobre tu abdomen, sin ninguna tela de por medio. Y no recomendamos usar ni chupetes ni biberones durante los primeros días y hasta que la lactancia no esté bien establecida.

¿Duele la bajada de leche?

Muchas mujeres le temen  por miedo a pasar dolor. Pero no debes preocuparte, el paso de calostro a la primera leche no tiene porque ser doloroso. Si puede ocurrir, justo coincidiendo con el cambio de leche, un aumento de vascularización en el pecho, que hace que esté más caliente, más endurecido e inflamado. Si  no drena bien, se puede producir dolor. Pero en ningún caso, es por la leche. Para prevenirlo, es aconsejable el  inicio precoz de la lactancia materna, realizar  tomas frecuentes y siempre a demanda. Si tienes mucha inflamación  lo más eficaz para aliviarte, es hacer masajes en el pecho para ablandar y realizar extracción manual de leche para descomprimir y aflojar la areola. Esto se indica antes de poner al bebé al pecho.

¿Es normal tener fiebre con la subida de la leche?

No. Es normal tener el pecho más caliente, pero si tienes fiebre (38ºC o más), debes acudir a tu médico o a la guardia.

¿Y si no noto la bajada de la leche?

No tienes que preocuparte. Que no la notes no significa que no tengas leche. Es más, si te has puesto al bebé piel con piel, has iniciado la lactancia en las primeras horas y tu bebé ha succionado todo lo que ha querido y cuando ha querido, el cambio del calostro a la primera leche es tan paulatino que puede pasar desapercibido para muchas mujeres.

La bajada de la leche no tiene que ser una preocupación ni durante el embarazo ni los primeros días tras el nacimiento. Es un proceso natural, en el que la leche se va adaptando a las necesidades de cada día de tu bebé. Pero recuerda, que con cualquier duda o molestia, puedes consultar con una puericultora.

 

El calostro es leche?

El calostro es leche. Tiene una composición muy distinta a la que se producirá en los días posteriores. El calostro forma una película protectora en el intestino del bebé, una barrera que impide la entrada de gérmenes patógenos. Se lo considera la primer vacuna.

La importancia del calostro y sus beneficios para el recién nacido

El calostro es el primer alimento que prepara tu cuerpo para recibir a tu bebé. Es una sustancia densa de color amarillento. Es lo que necesita tu bebé en sus primeras tomas, hasta que empiece la producción de la primera leche. Es inimitable y se produce a partir del quinto mes de embarazo, para que si el bebé nace antes de tiempo,  pueda disfrutar de sus múltiples beneficios.

¿Qué propiedades tiene el calostro?

  • Contiene inmunoglobulina A: una sustancia que protege las mucosas del intestino, la nariz y la garganta de tu bebé para frenar la entrada de virus y bacterias.
  • Es rico en carbohidratos, lo que ayuda a prevenir la hipoglucemia del recién nacido.
  • Tiene un alto contenido en proteínas, minerales y vitaminas. Y es bajo en grasa, que es justo lo que necesita un bebé cuando nace.
  • Es rico en anticuerpos que le protege de determinadas infecciones, en concreto, de todas las que tú hayas pasado. Además estimula su propio sistema inmunológico, ayudándole a madurar.
  • Es laxante, lo que le ayuda a expulsar el meconio (primeras heces) y el exceso de bilirrubina, evitando así la ictericia.
  • Es muy fácil de digerir por lo que es perfecto para el intestino todavía inmaduro de tu bebé. Las digestiones son rápidas, lo que hace que tu bebé pida frecuentemente y estimule tu pecho para que se produzca la bajada de la leche.

 

Estar embarazada es como correr un maratón, según un nuevo estudio

Investigadores han llegado a la conclusión de que el embarazo es una experiencia más extrema que correr un maratón o un ironman.

El estudio, realizado por la Universidad de Duke, en Estados Unidos, y publicado en la revista Science Advances, tenía como objetivo conocer los límites del cuerpo en situaciones de alto rendimiento, por lo que analizó qué pasaba con el cuerpo de atletas que participan en competencias desafiantes, como el Ironman, el tour de Francia y los maratones.

Descubrieron que llevar a un bebé a término durante nueves meses supera todos esos deportes de alto rendimiento, así es, todas las mamás podríamos considerarnos atletas.

El estudio se centró en la tasa metabólica en reposo de ciertas actividades y encontró que el cuerpo humano no puede soportar más de 2.5 veces esta tasa sin que el tejido y el sistema digestivo se vea comprometido.

De acuerdo con el coautor del estudio, Herman Pontzer, y profesor de antropología evolutiva, todas las madres han experimentado ese esfuerzo, de hecho es la cosa de mayor duración y gasto energético que los humanos pueden hacer.

Un maratonista puede elevar su tasa metabólica arriba de 2.5 pero no puede estar así durante nueve meses sin que eso comprometa su salud. Cuando una mujer está embarazada está “corriendo” todo el tiempo, hasta que nace el bebé, están trabajando 24 horas, aún descansando hasta que termina la gestación.

Así que la próxima vez que dudes en dormirte temprano o en tomar una siesta, piensa que lo necesitas porque estás viviendo el ironman de tu vida.

Fuente: Universidad de Duke.

No te vayas de casa sin despedirte de tu hijo

Jamás te vayas de casa sin despedirte de tu hijo. Nunca cruces esa puerta pensando que es lo mejor para el niño. Pues no sabes lo equivocada que puedes estar. Mucho menos eres consciente de las consecuencias que esta decisión errónea acarrea.

Sin duda alguna, irte de casa es uno de los momentos más duros que debes enfrentar cada día. No importa si el fin es hacer las compras, ir al gimnasio, a estudiar, a trabajar o asistir a alguna reunión. Ese instante en que debes despegarte de tu pequeño duele, y mucho.

Sin embargo, uno de los errores más groseros que las madres -y en ocasiones abuelas- suelen cometer es no despedirse. Ello marca al niño, no solo en el momento, sino a largo plazo. Pues acarrea una herida emocional más profunda de la que puedas imaginar.

Entonces, toma fuerza y haz lo mejor para ambos en cada salida del hogar. Despídete del chico, no importa cuán difícil sea. Tampoco importa cuánto llore. Pues lo único que varía es el hecho de verlo, dado que el niño sufrirá lo mismo, o incluso más, debido a tu partida momentánea.

La importancia de despedirte de tu hijo

Cuando te vas de casa sin despedirte de tu hijo, lamentablemente no evitas su dolor. Sus lágrimas tampoco. Tan solo dejas de ver aquello que le pasa, mas lo sientes como propio. Por eso, te duele el doble el corazón a ti. Como puedes ver, no es una buena medida a tomar.

Por otro lado, debes considerar otro detalle de gran importancia. Cuando el pequeño sabe que te vas, el llanto es de tristeza. En cambio, cuando el menor no comprende lo que pasó con su mundo, llora de desesperación y angustia. Claramente, dos sensaciones más complejas de gestionar y sanar.

Otro de los motivos por los cuales te conviene despedirte de tu hijo tiene que ver con ganarte su confianza. Si de repente desapareces sin explicación alguna, generas su desconfianza. El infante podrá percibirte como una persona en la que no se puede confiar.

Olvida la técnica de la distracción y el posterior arte de magia. Los especialistas insisten en que es un método contraproducente. Ciertamente esta técnica genera un gran desconcierto en los más chicos. Por ello, comenzarán a bombardear con preguntas, sin llegar a saber a ciencia cierta si su mamá volverá o no.

Recuerda que para las criaturas, la separación de su madre no es un tema menor. Eres su mundo, su persona favorita, su todo. No pongas su universo de cabeza por lástima, porque no haces más que provocar un trauma en el nene.

¿Cómo despedirte de tu hijo de la mejor manera?

Acércate al niño y salúdalo con un beso y un abrazo. Manteniendo una sonrisa despreocupada, explícale que mami saldrá por un rato y refuerza su seguridad señalando que volverás. No, la verdad que es no lograrás evitar su llanto, pues es normal y esperable que el niño demuestre sus sentimientos.

Desde luego, este ritual de despedida debe ser sereno y no tiene que extenderse mucho. Deséale un gran día, invítalo a pasarla estupendamente. Deja de lado el «te extrañaré» -que ambos experimentarán- y todo tipo de lamentos que solo complican esta transición.

Si el niño se pone muy mal, no vuelvas porque cada vez que retornes será peor. Simplemente transmítele calma señalando que lo llamarás. Por supuesto, si haces esta promesa, no se debe quebrantar por nada en el mundo. Llámalo cada vez que tengas un rato libre para comunicarle cuánto lo amas.

De esta manera no impedirás que el niño te extrañe, pero sí que se sienta inseguro, angustiado e iracundo. Con este simple ritual de despedida, el niño comenzará a asimilar como algo pasajero. Y asociará que volverás al rato. Despedirte de tu hijo es importante porque lo ayuda a asimilar el proceso de separación contigo.

Hazlo de la mejor manera para ti. Reduce el sufrimiento y la desesperación de tu hijo. Reduce tu angustia al saberte obrando correctamente. Pues te marchas de casa con la cabeza tranquila ya que no has apelado a estrategias para engañar a tu pequeño.

Autora: Macarena Esperanza Marina, Técnico en Periodismo (Tecnicatura Universitaria en Periodismo por la Universidad Nacional de la Matanza, 2010).

 

Los primeros 40 días son para anidar, mamar, amar, conocernos…

Los primeros 40 días tras el parto son cosa de tres: es un tiempo para anidar, para estar en mágica intimidad, para amar con delicadeza, para conocernos, darnos la bienvenida y amarnos piel con piel… El mundo se pone en pausa, todo se detiene y todo empieza a la vez, porque pocos momentos son más mágicos que esos en los que por fin, damos la bienvenida a nuestros hijos tras haberlos llevado 9 meses en nuestro interior.

Uno de los libros más interesantes sobre el puerperio es «Postparto seguro», de Beatrijs Smulders. Esta autora, comadrona de profesión, nos sumerge por completo en esas tareas, escenarios y situaciones más comunes que una mamá y un papá pueden vivir a lo largo de este tiempo que por supuesto, se alarga mucho más allá de los clásicos 40 días.

El puerperio puede durar incluso un año. De ahí, que este libro nos adentre de forma realista en todas esas experiencias que conforman un auténtico caleidoscopio de miedos, emociones, de agotamiento físico, de retos, problemas y también felicidades.

Algo que suele quedar muy claro, es el hecho de que muchas mamás están casi obligadas a emerger a la fuerza de un universo puramente físico y emocional como es el parto, a sumergirse obligatoriamente a esa realidad concreta como es el trabajo, el dinero, los horarios, y las rutinas cotidianas, mientras la vida íntima y susurrante del bebé está ahí.

¿Cómo combinarlo todo? ¿Comos sintonizarnos con cada necesidad, con cada obligación? Es sin duda una travesía compleja y emocionante donde lo creamos o no, esos primeros 40 días tras el parto cuentan, y cuentan mucho. Porque es la bienvenida, porque es la adaptación y el descubrimiento de nosotras como madres y de nuestras parejas como padres.

A lo largo de los primeros 40 días tras el parto se necesita intimidad

Los primeros 40 días tras el parto, son de mamá y papá. Uds. dos juntos y el bebé conforman una esfera única, mágica y orlada de intensas emociones que solo les pertenece a los tres. No pasa nada si durante unos días no atendien visitas, si dejan a un lado los celulares y las obligaciones laborales. Hay alguien más importante, alguien que pide atención, caricias, alimento, amor… El bebé.

Es momento de «anidar»

Anidar significa concretamente hacer un nido para vivir en él. No hay nada malo en asumir términos del reino animal, porque en el fondo, las conductas y los fines son los mismos: criar a los hijos, darles protección, calor, amor y por supuesto, alimento.

  • Mamá y papá anidan juntos con el bebé para darle la bienvenida tras el parto.
  • Anidamos porque necesitamos estar cerca los unos de los otros.
  • Anidamos porque así, nos convertimos en las figuras de referencia para el bebé.
  • Anidamos para estar tranquilos, para reconfortarnos mutuamente, para descubrirnos en nuestros nuevos papeles, en nuestras nuevas necesidades y obligaciones.
  • Anidamos juntos para cuidarnos: porque no solo el bebé lo necesita todo de nosotros, también la mamá necesita del papá porque está agotada, porque le duele el cuerpo, porque todos necesitamos afectos, cuidado y
  • Anidamos para amamantar, para tener cerca al bebé piel con piel, corazón con corazón.

La mejor arma en esos primeros días: tu sexto sentido

En esos primeros 40 días hay muchos retos a los que hacer frente: la adaptación, la lactancia, el descanso nocturno, el cordón umbilical, el chupete, la cuna, los cólicos y sobre todo el llanto.

  • Saber interpretar el llanto del bebé es sin duda la primera necesidad que toda mamá se pone casi como obligación. ¿Llora por hambre? ¿Le duele algo? ¿Será por el pañal?… Es normal obsesionarse durante los primeros días, no obstante, poco a poco los miedos se calman y se racionalizan para emerger eso llamado sexto sentido.
  • Casi sin saber cómo, llega la calma en algún momento de esos 40 días y entendemos que lo que más necesita el bebé, es nuestra cercanía. Nos damos cuenta que tenerlo en brazos lo calma, que darle el pecho lo relaja y que no solo sirve para nutrirlo. 

Nuestro instinto maternal, ese sentido recién estrenado es un auténtico súper poder que nos maravilla y nos sintoniza por completo con el bebé. Esos 40 días tras el parto serán difíciles en algún momento, nos queda claro, pero visto con perspectiva se alzará como una de las etapas más importantes de nuestra vida.

Lo que necesitamos ante todo es crear un círculo de intimidad y sencillamente, anidar en familia. El mundo, con sus prisas, sus presiones, el trabajo, los amigos y el resto de visitas pueden esperar un poco. Porque ese periodo nos pertenece.

Autora: Valeria Sabater, Licenciada en Psicología por la Universidad de Valencia en el año 2004.

Los pediatras piden que se prohiban los andadores: 9.000 bebés al año sufren lesiones por su uso en EE.UU.

Los andadores infantiles siguen siendo una «fuente prevenible de lesiones» para los niños pequeños. Así lo ratifica un estudio publicado en la revista ‘Pediatrics’. Sus investigadores y la Academia Americana de Pediatría solicitan su prohibición, una petición a la que se une la Asociación Española de Pediatría (AEP). Llevan años solicitando su retirada porque no solo no enseñan al bebé a caminar sino que además, resultan peligrosos.

Los más afectados: bebés de siete a diez meses de edad

Un estudio del Centro de Investigación y Políticas de Lesiones del Hospital Nacional Infantil de Columbus (Ohio) Nationwide Children’s Hospital ha evaluado las características de las lesiones provocadas por los andadores infantiles.

Según los datos de la investigación, más de 230.000 niños menores de quince meses fueron tratados en las salas de urgencias de los hospitales de Estados Unidos a causa de lesiones relacionadas con los andadores infantiles, entre 1990 y 2014 (un promedio de más de 9.000 al año).

La mayoría de las lesiones afectaban a niños de entre siete y diez meses de edad.

«La buena noticia es que el número de lesiones relacionadas con los andadores infantiles ha seguido disminuyendo sustancialmente durante los últimos 25 años. Sin embargo, es importante que las familias entiendan que estos productos siguen causando lesiones graves a los niños pequeños y que no deben ser utilizados«, explicó Gary Smith, autor principal del estudio y director del Centro de Investigación y Políticas de Lesiones del Hospital Nacional Infantil.

Los peligros del andador

Según los datos del estudio, la mayoría de las lesiones (91%) fueron en la cabeza o el cuello e incluyen fracturas de cráneo y conmociones cerebrales.

Las tres causas principales de lesiones:

  • Caídas por las escaleras (74,1 por ciento);
  • Caídas hacia fuera del andador (14,7 por ciento);
  • Lesiones ocurridas porque el andador dio al niño acceso a algo que normalmente no podría alcanzar: quemaduras, envenenamiento y ahogamiento (un 2,8%).
«Los andadores infantiles proporcionan una rápida movilidad a niños pequeños antes de que estén listos por su desarrollo», explica el Dr. Smith.

Además otros peligros. No solamente son inútiles para enseñar a caminar, sino que alteran el desarrollo motor natural.

Por si no lo sabías, los andadores fueron creados para ayudar a las personas que no podían caminar por edad o algún accidente. Años después se popularizaron para enseñar a andar a los bebés pero es diferente: los adultos ya habían aprendido a caminar, mientras que los bebés aún no están preparados para hacerlo, ni física ni mentalmente.

Los pediatras llevan años solicitando su prohibición

Estas cifras avalan la petición de la Academia Americana de Pediatría que lleva años solicitando su prohibición. Hasta ahora, han logrado que en 1997 se adoptara un estándar voluntario de seguridad que requería que los andadores para bebés fueran más anchos que una puerta estándar o que tuvieran un mecanismo que lo detuviera si una o más de las ruedas se apoyan sobre el borde de un escalón.

En junio de 2010, la Comisión de Seguridad de Productos del Consumidor de EE.UU. incluyó requisitos más estrictos para el diseño de andadores infantiles, estandarizó el método de evaluación para prevenir caídas por las escaleras y agregó una prueba de freno de mano.

Pero los andadores infantiles siguen siendo legales y los accidentes continúan ocurriendo. Por eso la Academia Americana vuelve a pedir que se prohiban, como ya hizo Canadá y Brasil.

La AEP, por su parte, es contundente al afirmar que: «el mejor andador es el que no se usa». Y añaden que:

«Los andadores no aportan ningún beneficio para que los niños aprendan a caminar, y además multiplican el riesgo de accidentes», señala la AEP.

«Por eso, apoyamos a la Academia Americana de Pediatría para prohibir la fabricación, venta e importación de andadores infantiles en los Estados Unidos», concluyen los autores del estudio.

Autora: Karmen Pascual. www.bebesymas.com

 

El porqué de las huelgas de lactancia

Si el bebé rechaza el pecho habrá que buscar el porqué. Puede deberse múltiples factores como una otitis, la salida de un diente o a una lesión en la boca (afta)

Hoy hablaremos de la «huelga de lactancia» una situación en la que, sin motivo aparente de repente el bebé rechaza el pecho. Conducta que hace dudar a la madre si la lactancia ha llegado a su fin.

La sospecha es errónea, ya que es rarísimo que un lactante que toma leche materna se destete repentinamente de forma natural por decisión propia antes del año de edad. El destete natural y espontáneo no inducido por la madre, es decir, el que se produce por parte del bebé es gradual, nunca inesperadamente. Por lo tanto, si el bebé rechaza el pecho, habrá que buscar el porqué. Ningún mamífero deja de tomar su principal alimento de repente, y la leche materna es el principal alimento del bebé en su primer año de su vida. Lo primero que hay que hacer es descubrir cuál es el problema y solventarlo para continuar ambos disfrutando de la lactancia. Un lactante puede rechazar mamar de un pecho o de los dos, porque le esté ocasionado molestias. El succionar del pecho puede incrementar un dolor de oído debido a una otitis, siendo el motivo por el cual no quiere comer, o, también puede dificultar el agarre al pecho y ser la razón por la que se niega a mamar, una lesión en su boca (afta) o incluso la salida de algún diente. Por consiguiente, ante cualquier sospecha de que la succión al pecho puede resultarle molesta, mi recomendación es acudir al pediatra para que revise al lactante y valorar si existe algún problema y en consecuencia prescribir el tratamiento oportuno, que permitirá a su vez al lactante continuar alimentándose al pecho. Los mocos son otro inconveniente por lo que un lactante declina amamantar. Un lactante respira y mama a la vez, de modo que su nariz congestionada dificulta su respiración mientras succiona del pecho, siendo una de las principales causas por las que rechaza el pecho. En estos casos le ayudará si antes de la toma, despejas las vías respiratorias con un lavado nasal con suero fisiológico para limpiar de mocos su nariz. Como el lactante no sabe sonarse la nariz y el suero fisiológico viene a ser para el bebé el equivalente a los pañuelos para los adultos, puedes utilizarlo las veces que sea necesario. A la vez, en el caso de mocos es muy recomendable que continúe mamando con frecuencia, puesto que, la leche materna ayuda a fluidificar los incómodos mocos. Además, una posición adecuada del bebé al pecho como la postura de «caballito» o vertical, en la que el bebé está sentado a horcajadas sobre una de las piernas de su madre, contribuye a que respire mejor durante la toma cuando está congestionado. En otros casos, la introducción rápida de la alimentación complementaria puede desencadenar una «huelga» de lactancia. A partir de los seis meses y hasta el año de edad la leche debe seguir siendo su principal alimento. Si se le ofrece demasiada cantidad de alimentos, puede suceder que algunos lactantes prefieran comer y rechacen el pecho destetándose precozmente.

Otra posible razón son las situaciones estresantes tanto en la madre como en el lactante. En este sentido destacar algunas circunstancias frecuentes como la reincorporación de la madre al trabajo, un cambio de domicilio, un viaje inesperado…En definitiva una gama de situaciones que causan cambios en la rutina del bebé, nada raro puesto que también estas circunstancias perturban a los adultos produciendo en ocasiones cierta inapetencia, nada extraño por lo tanto, que al lactante la situación le produzca desgana. Van a ser circunstancias pasajeras que remitirán en unos días con una dosis de paciencia y tranquilidad. Un cambio de sabor en la leche es otra de las posibles causas que pueden desencadenar que el bebé rechace el pecho. Aunque se trata de un ser pequeño, es capaz de notar pequeñas variaciones de sabor y en consecuencia rechazar comer. Un ejemplo de estas son la primera menstruación de la madre, un nuevo embarazo o incluso una mastitis, En estos casos la leche cambia de sabor, se vuelva más salada, lo cual no gusta a algunos bebés. Igualmente determinados alimentos o medicamentos que la madre puede estar tomando, pueden alterar el sabor de la leche, o incluso un olor nuevo en la piel de su madre por un desodorante, gel, perfume, etc, puede hacer que el lactante rehusé mamar. En conclusión un abanico de posibilidades que pueden desencadenar en una «huelga» de lactancia del bebé, que no sabe hablar, y negándose a mamar nos da a entender que algo va mal o no le está gustando. Por lo que, no queda más remedio que investigar, descubrir la causa para superar este momento tan angustioso. Mantener la calma con alta dosis de paciencia, siendo perseverante, ya que esto no significa el fin de la lactancia, sino un problema pasajero que en el caso de que tengas la sospecha de que se trata de un problema médico (infección de oído, garganta, aftas…) deberás acudir al pediatra para que evalué al bebé y prescriba el tratamiento adecuado. En otras ocasiones bastará con hacer mucho contacto con el bebé, amamantando en un lugar tranquilo, sin distracciones y sin esperar a que el bebé pida por hambre… y como ya te indiqué, tener una alta dosis de serenidad, confiando que en poco tiempo todo volverá a la normalidad. Las «huelgas» de lactancia suelen durar 4-6 días. No merece la pena tirar por la borda el único alimento que contiene «todos» los nutrientes, además de la exclusiva patente de contener sustancias que refuerzan su sistema inmunitario, a la vez, de llevar implícito todo el cariño de mamá.

Autora:Cintia Borja,  Enfermera, consultora lactancia materna certificada IBCLC.

 

La crianza con apego favorece el desarrollo neuronal de los bebés

Los neuropediatras aconsejan interactuar con los menores de hasta 3 años, hablarles y mimarlos. La fisionomía infantil desencadena en la mayoría de los adultos en edad fértil un instinto de protección

«No le hagas tanta upa, que lo estás malcriando y se acostumbrará». Todas las mamás primerizas y todos los papás primerizos escuchan este mantra de boca de familiares, amigos, vecinos y desconocidos que alegan los presuntos beneficios de criar bebés más independientes. Puede que esté dicha con buena intención, pero la frase no puede ser más errónea. Mimar a los bebés, tenerlos a upa, besarlos y hablarles hace que crezca su cerebro. No lo dicen solo los gurús de la crianza con apego. Lo confirma la ciencia.

«Los bebés necesitan que les hables, los toques e interactúes con ellos. De esa manera estás favoreciendo las conexiones neuronales [sinapsis]. Tiene que haber estímulos para que las neuronas se conecten. Hasta los 3 años, y sobre todo en los primeros meses de vida del niño, se producen entre 700 y 1.000 conexiones neuronales por segundo. Si no interactúas con tu bebé, ¿qué estímulos va a recibir? ¿Cómo va a aprender a hacer cosas?», explica la médica, pediatra y neuropediatra María José Mas, autora de La aventura de tu cerebro. «Cuando una mamá o un papá acarician, abrazan, besan y hablan con su bebé le están proporcionando experiencias que le van a permitir generar esas conexiones. Tienen que ofrecer esos estímulos con cariño y sin estrés. Cuando le hablas a tu pequeño, tu objetivo como padre –aunque sea inconsciente– es que aprenda a hablar también», continúa la experta.

Los bebés, de hecho, están programados para que se les mime y se les abrace. Su fisionomía está diseñada para eso, algo que ya fue descrito científicamente por el médico Konrad Lorenz. El kindchenschema (el esquema de los niños) responde a una cabeza grande respecto al cuerpo, brazos y piernas rechonchas, nariz y barbilla pequeñas, ojos grandes y piel suave. Estas características dan al bebé un aspecto frágil e indefenso que despierta ternura. «Pasa también con los animales, ya sea un cachorro de perro o un tigre recién nacido. Cuando un niño –o un animal– tiene un aspecto frágil, desencadena en la mayoría de personas, sobre todo en las que están en edad fértil, un instinto de protección», describe la doctora Mas, neuropediatra.

Hablar con el niño es darle la oportunidad de aprender el lenguaje. Desde la más tierna infancia, cuanto más se expone a los bebés a nuevas palabras, mayor es su vocabulario. «Los padres no solemos saber qué decirle a un bebé. Pero puedes hacer muchas cosas: describir lo que ves en la habitación, explicarle qué estás cocinando o contarle lo que has hecho en el trabajo», afirma el psicólogo Álvaro Bilbao en El cerebro de los niños explicado a los padres.

BÁSICO CON PREMATUROS

La evidencia científica demuestra que el contacto físico es fundamental para el desarrollo humano. En el caso de los bebés prematuros, a los problemas estrictamente médicos que sufren se suma el riesgo de que sus madres y padres no desarrollen de forma inmediata el vínculo porque su aspecto no cumple las expectativas del bebé con el que soñaban sus padres. Existe, incluso, el peligro de un posible rechazo. De ahí la importancia del método piel con piel. «Sostener a un bebé prematuro y ponérselo encima ayuda al niño a regular la temperatura. Además, es un lugar cercano para él por los olores y los sonidos del cuerpo de la mamá», advierte la autora de La aventura de tu cerebro.

«Cuando hablas con tu hijo, lo besas y te observa, su cerebro realiza conexiones que le ayudarán a afrontar su vida como adulto», concluye el psicólogo Álvaro Bilbao.

Fuente: Olga Pereda.

 

ENTREVISTA AL DR. GUSTAVO HUGO SAGER: BENEFICIOS DE LA LECHE MATERNA. BENEFICIOS DE LA DONACIÓN.

Entrevista realizada al Dr. en Pediatría: Gustavo Hugo Sager. Uno de los principales referentes para muchas mamás, familias y profesionales de la salud, en todo lo que respecta a: lactancia materna, donación y bancos de leche humana en nuestro país.

DR. SAGER: USTED EN NUESTRO PROCESO FORMATIVO EN PUERICULTURA NOS HABLO MUCHÍSIMO SOBRE LA IMPORTANCIA Y LOS BENEFICIOS DE LA LECHE MATERNA, ME GUSTARÍA QUE NOS EXPLIQUE BREVEMENTE LA SIGUIENTE DEFINICIÓN: «ES UN ALIMENTO: FUNCIONAL, INAGOTABLE, ECONÓMICO, VIVO, HUMANO, CAMBIANTE Y ECOLÓGICAMENTE PERFECTO».

Es un alimento funcional: porque no sólo alimenta sino que inmuniza al niño, tiene glóbulos blancos vivos que transfieren de madre a hijo toda la inmunidad hecha por su madre desde que nació a su pancita para protegerlo y tener 18 veces menos diarreas, 8 veces menos otitis medias agudas y 3 veces menos neumonías que los niños alimentados con leches de vaca o fórmulas a base de leche de vaca. Es inagotable: porque cuanto más se saca más se tiene, la madre de mellizos produce el doble que la de un niño único y siempre se sigue teniendo leche mientras la madre o el niño la extraigan. Es económico: porque sólo tiene como costo un poco más de comida que coma la madre mientras da el pecho para reponer sus reservas de alimento. Tiene agua segura y filtrada, 200 mono y oligosacáridos que hacen que el niño desarrolle una flora intestinal perfecta con características únicas, es decir, actúan de probióticos y junto a la flora prebiótica (los bifidobacterium) hace que se tenga un efecto simbiótico. Es humana: porque tiene componentes humanos, principalmente sus proteínas son humanas lo que no hace desarrollar alergias: asma y eczemas. Es cambiante: a través de los días (calostro, leche de transición y leche madura) y mientras el niño mama: al principio de la toma es una solución, luego una suspensión y al final de la mamada una emulsión con 5 veces más grasas que la leche del comienzo. Es Ecológicamente perfecto: ya que no hay gasto de combustibles para calentar la leche, no hay envases ni latas que actúen de residuos no reciclables y el ahorro de agua que implica el amamantamiento.

TENIENDO EN CUENTA QUE LA LECHE MATERNA ES EL MEJOR ALIMENTO QUE PUEDE RECIBIR UN BEBÉ, CUÁL SERÍA LA IMPORTANCIA DE LA DONACIÓN? QUIENES SON LOS RECEPTORES DE ELLA?

La Donación de leche materna es la forma altruísta, bondadosa, donde las mamás que están amamantando a sus propios hijos se proponen extraerse una leche extra que no necesita su propio hijo y donarla a un banco de leche, donde principalmente prematuros enfermos que por distintas razones no disponen de leche de sus propias madres la necesitan para prevenir enfermedades que la leche humana previene en ellos: la enterocolitis necrotizante, la sepsis neonatal, la retinopatía del prematuro y la broncodisplasia pulmonar. La leche materna previene todo esto por distintos mecanismos, principalmente por sus características antioxidantes. Los receptores además de los prematuros son los niños que han sido operados principalmente de enfermedades abdominales, niños más grandes con alergia a la proteína de la leche de vaca, deficiencias inmunitarias y diarreas intratables. Son como nodrizas pero con procedimientos técnicos intermedios donde se analiza y pasteuriza la leche para quitarle toda posible transmisión de enfermedades.

¿QUIENES PUEDEN DONAR SU LECHE?

Puede donar cualquier mujer sana que amamante a su hijo y presente los análisis de sangre negativo para enfermedades tipo: sífilis, hepatitis B, chagas y HIV, que no fume y no tome medicamentos contraindicados en la lactancia que no son muchos y no consuma alcohol.

¿CUÁNDO SE PUEDE EMPEZAR A DONAR LECHE MATERNA?

Lo ideal para comenzar a donar leche es cuando ya está establecida la lactancia, es decir, luego de los 20 o 25 días de vida del niño propio

EN NUESTRO ROL DE PUERICULTORAS, CONSIDERAMOS DE GRAN IMPORTANCIA LA CONCIENTIZACIÓN Y LA PROMOCIÓN TANTO DE LA LACTANCIA MATERNA, COMO ASÍ TAMBIÉN DE LA DONACIÓN DE LA LECHE HUMANA. QUÉ LES DIRÍA A AQUELLAS MAMÁS QUE PODRÍAN COMPARTIR SU LECHE, ES DECIR, QUE PODRÍAN DONAR Y AÚN NO LO HAN HECHO?

Que pueden hacer mucho bien, que donar leche es donar vida, que van a fabricar más leche y que su propio niño va a estar doblemente feliz porque su madre tendrá más leche y porque tendrá un hermano de leche.

Fuente: Carla Dadone, Puericultora

 

BLACK BREASTFEEDING WEEK: del 25 al 31 de Agosto de 2019

Mucha gente no conoce este evento (Black Breastfeeding Week), hace solamente 4 años que se celebra y este año tiene lugar entre el 25 y el 31 de agosto.

¿De verdad hace falta una semana mundial de la lactancia específica para las madres y los bebés de raza negra? ¿con la que celebramos la primera semana de agosto no es suficiente? Pues claramente no es suficiente.

Si miramos la presentación de la organización que lidera el proyecto (abajo), la lactancia materna en mujeres afroamericanas es notablemente inferior y los bebés tienen serios problemas de salud relacionados con no haber sido amamantados. En su presentación explican que la lactancia de mujeres negras tiene diferencias culturales que hay que tener en cuenta y, sobre todo, que necesitan un apoyo especial que las acompañe y ayude a conseguir la lactancia que desean.

5 razones por las que necesitamos una Black Breastfeeding Week:

La Semana Mundial  específica para madres y bebés negros se creó porque durante más de 40 años ha habido una enorme disparidad racial en las tasas de lactancia materna. Los datos más recientes de el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) muestran que el 75% de las mujeres blancas inician la lactancia frente al 58,9% de las mujeres negras. El hecho de que la disparidad racial en la iniciación e incluso una más elevada en lo que se refiere a la duración de la misma, ya es razón suficiente como para dedicar 7 días para reflexionar sobre el tema, pero aquí hay unas cuantas razones más:

  1. La alta tasa de mortalidad infantil en bebés de raza negra: los bebés negros doblan la tasa de mortalidad (en algún lugar, casi lo triplican) de bebés blancos. Esto es un hecho. La alta tasa de mortalidad infantil entre los bebés de raza negra se debe sobre todo a haber nacido enfermos o prematuros. Estos bebés necesitan mucho más la inmunidad y los beneficios nutricionales de la leche materna. Según el CDC, el aumento de la lactancia materna entre las mujeres negras podría disminuir las tasas de mortalidad infantil hasta en un 50%.
  2. Las altas tasas de enfermedades relacionadas con la alimentación: cuando nos fijamos en los beneficios de la leche materna – como el primer alimento más completo-  que ha demostrado reducir los principales riesgos de salud de los niños afroamericanos. Desde infecciones en el tracto respiratorio superior, la diabetes tipo II o el asma, el Síndrome de Muerte Súbita del Lactante (SMSL) y la obesidad infantil. Y la leche materna es la mejor medicina preventiva que la naturaleza ofrece.
  3. La falta de diversidad en el campo de la lactancia: no sólo hay flagrantes disparidades raciales en las tasas de lactancia materna, existe una disparidad evidente en el liderazgo de la lactancia materna también. No es discutible que el liderazgo pro lactancia materna está en manos de las mujeres blancas. Esto es un problema. Por un lado, por desgracia perpetúa la idea errónea de que las mujeres negras no amamantan. También significa que muchos de los profesionales de la lactancia, aunque bien intencionados, no están culturalmente preparados, ni suficientemente capacitados o sensibles para tratar adecuadamente a las madres afroamericanas. Esta es una semana para discutir la falta de diversidad entre los especialistas en lactancia y para cambiar nuestra narrativa. Un tiempo para resaltar, celebrar y mostrar los campeones de lactancia materna en nuestra comunidad que a menudo son invisibles. Y para asegurarse de que el liderazgo de la lactancia materna también refleja la misma paridad que buscamos entre las mujeres que amamantan.
  4. Barreras culturales específicas entre las mujeres negras: si bien muchas de las trampas para una lactancia son universales, las mujeres negras tienen además barreras culturales propias y una historia compleja conectada a la lactancia materna. Desde el papel de nodrizas en la esclavitud siendo obligadas a amamantar y a cuidar de los hijos de sus dueños a menudo en detrimento de sus propios hijos, a la falta de modelos y apoyo multi-generacional, a sus propios estereotipos dentro de su comunidad, tienen un discurso diferente en torno a la lactancia materna y que necesita una atención especial.
  5. Condiciones “desérticas” en sus comunidades: muchas comunidades afroamericanas son auténticos “desiertos” en cuestión de apoyo a la lactancia -desierto es un término que acuñé para describir las condiciones en muchas áreas urbanas donde las mujeres no pueden acceder a ayuda para ofrecer el mejor alimento a sus bebés. No es justo pedirle a la mujer, a ninguna mujer, que amamante cuando se vive en una comunidad que carece de apoyo. Tiene todos los números para fracasar.

Fuente: Alba Padró. blog.lactapp.es