La página e-lactancia.org lleva desde 2002 salvando lactancias con su buscador gratuito de compatibilidad de medicamentos con la leche materna
Ya hace dos años que dejé atrás del todo la lactancia materna, aunque los últimos meses ya era simplemente una cuestión de mimo y de compartir un tiempo especial con mi hija pequeña, que tenía ya cuatro años, más que algo nutricional. Y por suerte, salvando las dificultades de enganche del principio con los dos mayores y los típicos agobios de las crisis de crecimiento, he tenido lactancias tranquilas. Sin embargo, para muchas mujeres, no es así.
Paradójicamente, en no pocas ocasiones son los médicos los que, por una combinación de factores, contribuyen a que no funcione, pese a que los principales organismos sanitarios insistan en la importancia y conveniencia de amamantar en exclusiva hasta los seis meses del bebé, y complementar con otros alimentos hasta los dos años. Una de las razones es el miedo a que los medicamentos que se recetan a la madre pasen al niño a través de la leche, razón por la que muchos médicos aconsejan interrumpir o dejar la lactancia cuando en realidad es innecesario. Por eso, quiero destacar el papel de una web imprescindible para madres lactantes y profesionales de la salud, y que ha iniciado recientemente una campaña en busca de financiación para poder mantenerse: www.e-lactancia.org. Una página de acceso libre y gratuito en la que, introduciendo el nombre de un medicamento o producto, te indica de forma clara si supone algún riesgo para el bebé.
La web, recomendada por organismos y asociaciones importantes en el mundo sanitario y científico como la IHAN-OMS/UNICEF España, se ha mantenido desde su creación, en 2002, gracias a una subvención oficial ya terminada, a donaciones, patrocinios y, sobre todo, al trabajo voluntario de varios profesionales. Su creador es José María Paricio, uno de los mayores expertos en España sobre lactancia materna, que la puso en marcha junto a su equipo cuando era jefe del servicio de Pediatría del Hospital de Denia (Alicante).
En la actualidad, cuatro pediatras, dos farmacéuticas de reciente incorporación y una periodista forman parte del equipo de e-lactancia, que se encarga de «mantener los 1.788 productos (medicamentos, plantas, enfermedades, contaminantes, etc.) de la página actualizados prácticamente a diario, contestar el correo electrónico de la página, redactar artículos sobre lactancia y trabajar en labores de comunicación y patrocinio», explica Paricio. Aparte, hay un informático, un diseñador y un traductor para la versión en inglés a los que se les paga por su trabajo.
«El valor real de realizar y mantener al día una página como e-lactancia rondaría los 200.000 euros anuales», calcula Paricio. «Llevamos años manteniéndola por unos 15.000 euros, a base de muchas horas de voluntariado. Somos conscientes de que puede no ser sostenible a largo plazo por lo que debemos buscar fondos que garanticen la continuidad del proyecto». Para ello, Paricio puso en marcha este año un grupo de micromecenazgo en Teaming, en el cual, por un euro al mes, se puede contribuir económicamente al proyecto.
«En un mundo ideal de voluntariado perpetuo, con 15.000 euros anuales podemos afrontar a corto plazo el proyecto de e-lactancia. Pero por las características de la labor que desarrollamos, será preciso a medio plazo una cierta profesionalización de algún miembro del equipo para que pueda dedicar más horas al proyecto, así como poder contratar horas de profesionales especializados que compensen épocas posibles en las que haya un déficit puntual de voluntariado. Hay que tener en cuenta que la página nunca descansa, no conoce lo que es domingo o vacaciones», afirma el pediatra.
Entre visitas en español y en inglés, e-lactancia.org recibe una media de 17.144 visitas diarias de todo el mundo, tanto de madres como de profesionales, con una media de 2,2 consultas por visita, lo que supone más de 12 millones de consultas anuales. Los 10 países de donde provienen más visitas son España (5.042 sesiones diarias), México (2.875), Chile (1.283), Argentina (1.211), Colombia (752), Rusia (510), Estados Unidos (454), Grecia (397), Perú (386), Rumanía (341), Portugal (330) y Brasil (288).
«La magnitud del volumen de visitas y lo delicado de la información suministrada obliga a plantearse como objetivo el que cada producto esté actualizado con, al menos, una vigencia de cinco años. Estamos actualizando por orden de frecuencia de consulta, a petición de personas que tienen interés en algo concreto y según alertas de una nueva publicación que pueda modificar el nivel de riesgo atribuido hasta ahora», explica Paricio.
Según el pediatra, «muchas personas, sanitarios, asesoras de lactancia, madres, etcétera están muy pendientes de la página, y es muy frecuente el que nos agradezcan la información suministrada o directamente haber “salvado” una lactancia. Los hay que piensan que sería una catástrofe que no existiera esta página», asegura.
Y es que, como explicaba Paricio en su libro Tú eres la mejor madre del mundo (Ediciones B, 2013), «casi todo lo que se suele prescribir habitualmente es compatible con la lactancia». «Contrariamente a lo que se piensa, el pecho de la mujer, tu pecho, no es un concentrador de tóxicos, ni la manzana de la madrastra de Blancanieves, sino un maravilloso filtro por el que sale lo mejor de ti misma. Casi todo lo que tomas, alimentos, bebidas, medicamentos, tóxicos, etc, acaba pasando a la leche, pero adecuadamente filtrado: la mayoría de los medicamentos y otros productos pasan en cantidades tan ínfimas o nulas, que para nada dañarán a tu lactante».
Autora: Cecilia Jan
Nota extraída de: www.elpais.com
También para las madres, para las que la lactancia materna se asocia a unos menores niveles de colesterol, presión arterial y azúcar en sangre tras el embarazo, así como a un inferior riesgo vitalicio de sufrir un infarto o un ictus. Y a todo ello se suma, según muestra un nuevo estudio llevado a cabo por investigadores del Centro Kaiser Permanente de Pasadena (EE.UU.), que la lactancia materna también protege a las madres frente a la esclerosis múltiple reseñó El País.
Como explica Annette Langer-Gould, directora de esta investigación publicada en la revista «Neurology», «nuestro trabajo aporta más evidencias para apoyar que las mujeres que pueden dar el pecho a sus hijos lo sigan haciendo. Y es que además de otros beneficios tanto para la madre como para el bebé, la lactancia materna podría reducir el futuro riesgo de la madre de desarrollar esclerosis múltiple» reseñó ABC.
Suma de bebés
Entre otros muchos beneficios, la lactancia materna se asocia a un menor riesgo para las madres de cáncer de ovario, cáncer de mama o diabetes tipo 2. Y al día de hoy ya se sabe que las mujeres con esclerosis múltiple tienen menos brotes –o ‘ataques’ de la enfermedad– durante el embarazo o mientras alimentan a sus bebés de forma exclusiva con la lactancia materna.
Como indica Annette Langer-Gould, «distintos expertos han sugerido que los niveles de hormonas sexuales son responsables de estos beneficios. Sin embargo, nuestra hipótesis es que la falta de ovulación también puede jugar un papel, por lo que queríamos ver si una mayor duración de la lactancia materna o un menor número de años totales de ovulación se asocian a un menor riesgo de esclerosis múltiple».
Nuestro trabajo aporta nuevas evidencias para apoyar que las mujeres que pueden dar el pecho a sus hijos lo sigan haciendo, afirmó Annette Langer-Gould.
Para ello, los autores contaron con la participación de 397 mujeres que, con una edad promedio de 37 años, acababan de ser diagnosticadas de esclerosis múltiple o de síndrome clínico aislado –condición en la que el paciente sufre un primer episodio neurológico por la inflamación o desmielinización del tejido nervioso y que está considerada como un precursor de la esclerosis múltiple–. Y asimismo, con 433 mujeres sanas con edades similares a las de las pacientes.
Todas las mujeres respondieron a distintos cuestionarios en los que, entre otros factores, aportaron información sobre sus embarazos, uso de anticonceptivos hormonales y duración –de haberla llevado a cabo– de la lactancia materna. Los resultados mostraron que las mujeres que habían dado el pecho durante un periodo acumulado –a un único o más bebés– de 15 o más meses tenían un riesgo hasta un 53% inferior de desarrollar esclerosis múltiple o síndrome clínico aislado que aquellas que nunca habían dado el pecho o lo habían dado durante un máximo acumulado de cuatro meses.
Por su parte, las mujeres cuyo primer ciclo menstrual tuvo lugar a una edad de 15 o más años tuvieron una probabilidad un 44% menor de acabar padeciendo esclerosis múltiple que aquellas cuya primera menstruación se presentó cuando aún no habían cumplido los 12 años.
Más y más beneficios
En definitiva, y tal y como ocurre con la lactancia materna, parece que la edad de inicio de la menarquia –o primer sangrado menstrual– también influye en el riesgo de esclerosis múltiple. Una influencia, sin embargo, que no se observó con el número total de años de ovulación, la cifra de embarazos, el uso de anticonceptivos hormonales y la edad del primer alumbramiento.
Como concluye Annette Langer-Gould, «nuestro trabajo ofrece un nuevo ejemplo del beneficio para la madre de la lactancia materna. Sin embargo, no prueba que esta lactancia materna sea la responsable directa de una reducción del riesgo de esclerosis múltiple. Tan solo demuestra la existencia de una asociación».
Fuente: www.eluniversal.com